CLUB DEPORTIVO CALAHORRA- S.D. OYONESA
El comienzo del partido ayer en La Planilla, con el gol tempranero de Rubio cuando sólo habían transcurrido dos minutos, hacía presagiar que el Calahorra iba a poder deshacerse de la Oyonesa con facilidad. Pero no fue así, porque los alaveses, al menos ayer, forman un conjunto compacto como pocos, que cuando se defienden lo hace con los once jugadores y cuando intentan atacar pretende hacerlo de la misma manera.
Aún no habían llegado al campo todos los aficionados y los rojillos ya habían abierto su cuenta. Fue en el primer ataque cuando Toledo, desde la derecha centraba un buen balón que ni defensa ni portero blanquiazules lograban neutralizar y Rubio, muy atento en el área pequeña, empujaba a la red. Como réplica, antes de los primeros diez minutos, el oyonés Borja remataba obligando a Txerra a estirarse para evitar el gol.
El resto del primer tiempo no deparó muchas ocasiones porque, como ya se ha dicho, los alaveses formaban un entramado defensivo tan tupido y se empleaban con tanta intensidad, que los rojillos no conseguían llegar a la puerta contraria con peligro, a excepción de un remate de Joan que se fue fuera por poco.
Tras el descanso, los blanquiazules salieron más decididos a buscar el empate y por momentos dieron la impresión de dominar el centro del campo, aunque, a decir verdad, sus ataques morían siempre antes de entrar al área local. Los de Arévalo seguían intentando llegar a la meta del oyonés Herce, pero no lo lograban con suficiente nitidez.
En una de ellas, Astudillo se fue hasta la línea de fondo, centró hacia atrás y Toledo, solo al borde del área, remató a la red. Todo el mundo respiró tranquilo en La Planilla, con el 2-0 en el marcador el partido ya no se podía escapar. Unos minutos más tarde, Mario León realizó una gran jugada y pasó el balón a Joseba que, superando a los centrales se plantó delante del portero y le batió de tiro cruzado. No había pasado más de un minuto cuando Toledo sacó un córner y Cristian lo remató de cabeza a la red.
No estuvieron muy finos los rojillos ayer, a pesar de la goleada, de manera especial a la hora de tirar a puerta, pero hay que reconocer que el muro defensivo propuesto por los de Oyón se les atragantó durante buena parte del encuentro. Los blanquiazules no tuvieron ningún reparo en colocar a sus once jugadores dentro del área para defender saques de esquina y faltas, lo cual hacía muy difícil el poder rematar con cierta precisión.
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