La Planilla acogía ayer el mejor partido que podía verse en la Tercera riojana. Primero contra segundo se medían en un partido con muchísimo en juego. Un duelo que en otra jornada podía no significar tanto, pero a falta de escasas semanas para el cierre de la competición se intuía determinante y como una buena prueba para los dos equipos de cara a la fase de ascenso, ese deseado y exigente momento. El estadio calagurritano se vistió de gala superando con creces los mil espectadores con presencia numerosa de ambas hinchadas. Poco más se le podía pedir y en cierta manera el choque no decepcionó, al menos en cuanto a igualdad e intensidad, aunque desde el punto de vista futbolístico no fue excesivamente brillante. El reparto pudo considerarse justo.
El tanteador fue durante gran parte del choque favorable a los najerinos, ya que una falta de Emilio que pegó la barrera lo justo para colarse en la portería local, dio ventaja al Náxara ya a los cuatro minutos. Buena forma de empezar el choque para un equipo que mostró buenas intenciones desde el inicio, con un esquema clásico pero con jugadores de corte más ofensivo. Diego Martínez no quiso taparse, con el mismo equipo con el que logró el triunfo hace dos semanas en Las Gaunas. Funcionó también en casa del líder.
El Calahorra trató de reaccionar al gol visitante como sabe hacer, asumiendo el mando y moviendo el balón hasta que sus hombres más ofensivos lograsen desequilibrar y generar jugadas de peligro. Sin embargo, los rojillos repetían sensaciones de otras semanas, con poca fluidez donde debía aparecer la creatividad, chocando con la zaga de un Náxara perfectamente organizado y que buscaba sus oportunidades en rápidas salidas. No intimidaron los locales apenas al conjunto najerino, que incluso dispuso de acercamientos más peligrosos como un centro envenenado de Lozano que obligó a Txerra a estirarse para mandar a córner.
Faltaba chispa en el equipo rojillo pero acabó llegando el empate. Un gol anulado a Satrústegui tras un centro que había salido precedió al tanto que sí dio el empate, en una preciosa combinación entre Toledo, Rubio y Satrústegui, que remató al fondo de las mallas. Se animó entonces el Calahorra, con ocasiones como un cabezazo de espaldas de Cristian que salvó Heras sobre la línea o un par de llegadas de Puente que acabó sacando la zaga. También tuvo el Náxara la oportunidad de romper la igualada en un disparo alto de Javi Martínez. El reparto era definitivo. El Calahorra perdía su margen de error, obligado ahora a firmar el pleno para proclamarse campeón.
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No queda otra, ya sin margen de error, nos quedan tres finales y vamos a ir a por ellas...somos los campeones y vamos a volver a demostrarlo.
VAMOS .................CD Calahorra
